Antes de ir al jardín, se me vinieron muchas cosas a la cabeza, entre ellas: el pensar cómo me iban a recibir; pensar en los nenes, en el grupo, en que los niños eran los mismos que tuve en la primera sección dos años atrás; pensar en mi infancia, en tener que hacer la práctica de residencia en el mismo jardín al que fui yo; pensar el como la docente nos recibiría, como sería esa relación...
Al llegar sentí el alivio de estar ahí, tenía cero nervios. Ese entrar con guardapolvo a cuadros fue el recordar entrar al jardín como alumna de la mano de mi mamá.
Las preceptoras me saludaron muy amablemente, eran las mismas que cuando yo iba!!!
La docente nos recibió de una forma muy agradable, se mostró simpática, muy predispuesta para lo que necesitemos, en verdad creo que está tan comprometida como nosotras con nuestra práctica; se muestra muy segura en lo que hace, se ve en ella la experiencia que tiene con los niños, realmente es asombroso.
Todo, todo está igual: el S.U.M, lugar donde me vienen esos recuerdos de los actos patrios, de mi egreso...
La sala de música, donde pasábamos esos hermosos momentos cantando y tocando instrumentos musicales.
El patio, sigue igual que hace 17 años atrás!!! Es increíble como se conserva ese espacio; me llena de alegría y me recorre por el cuerpo una sensación que no se como explicarla.
Es realmente maravilloso el volver a estar ahí, pero ahora del otro lado, como futura docente, quizás en algún momento de ese mismo jardín, el N° 907, Merceditas.
La sala me trae a mis pensamientos la imagen de estar ahí sentada en el suelo, en una ronda, con mis compañeros, escuchando a la señorita como me contaba el cuento.
Ese día fuimos al mueso con los niños en una lección paseo, nos hacían tanto caso como a la docente ante algo que les decíamos. Se notó que los niños rápidamente nos incorporaron al grupo, nos trataron de mil maravillas, me sentí muy cómoda con todo en general.
A la hora de la salida, la misma forma de "formar", en una fila... La canción a la bandera, la misma, exactamente la misma que yo cantaba cuando iba ahí!!!
Creo que va a ser una muy buena experiencia pasar por el mismo jardín pero en distintos roles: primero como alumna y ahora como futura docente...
Al llegar sentí el alivio de estar ahí, tenía cero nervios. Ese entrar con guardapolvo a cuadros fue el recordar entrar al jardín como alumna de la mano de mi mamá.
Las preceptoras me saludaron muy amablemente, eran las mismas que cuando yo iba!!!
La docente nos recibió de una forma muy agradable, se mostró simpática, muy predispuesta para lo que necesitemos, en verdad creo que está tan comprometida como nosotras con nuestra práctica; se muestra muy segura en lo que hace, se ve en ella la experiencia que tiene con los niños, realmente es asombroso.
Todo, todo está igual: el S.U.M, lugar donde me vienen esos recuerdos de los actos patrios, de mi egreso...
La sala de música, donde pasábamos esos hermosos momentos cantando y tocando instrumentos musicales.
El patio, sigue igual que hace 17 años atrás!!! Es increíble como se conserva ese espacio; me llena de alegría y me recorre por el cuerpo una sensación que no se como explicarla.
Es realmente maravilloso el volver a estar ahí, pero ahora del otro lado, como futura docente, quizás en algún momento de ese mismo jardín, el N° 907, Merceditas.
La sala me trae a mis pensamientos la imagen de estar ahí sentada en el suelo, en una ronda, con mis compañeros, escuchando a la señorita como me contaba el cuento.
Ese día fuimos al mueso con los niños en una lección paseo, nos hacían tanto caso como a la docente ante algo que les decíamos. Se notó que los niños rápidamente nos incorporaron al grupo, nos trataron de mil maravillas, me sentí muy cómoda con todo en general.
A la hora de la salida, la misma forma de "formar", en una fila... La canción a la bandera, la misma, exactamente la misma que yo cantaba cuando iba ahí!!!
Creo que va a ser una muy buena experiencia pasar por el mismo jardín pero en distintos roles: primero como alumna y ahora como futura docente...
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