Séptima semana...

El lunes fue un lindo día, pude hacer la confrontación de ideas previas, teniendo en cuenta lo observado en la visita. El poder escuchar lo que los nenes recordaban de lo visto en la librería y cotejar con lo que ellos creían que allí había, fue para mi movilizador, fue sentir que a los chicos les había gustado la experiencia y realmente la habían disfrutado. Ese día también tuve que dar música; si bien había acordado contenidos y actividades con la docente, fue un momento con el cual no me sentí cómoda; fue una obligación realizar esa actividad, sabía que si o si tenía que enfrentarme con ese momento... Por suerte, le puse toda la garra y salió bien la clase, fue dinámica y los chicos se divirtieron mucho, pero yo realmente no pude disfrutarla.El día martes, empezamos a trabajar realizando experimentos para participar en la Feria de Ciencias. Si bien habíamos comenzado a trabajar la semana pasada con los experimentos, todos los días hablábamos del temas; a su vez surgían otras actividades para hacer, que demandaban mucho tiempo. Se observaba lo que sucedía y se registraban las "hipótesis" de los niños.El miércoles seguí con mi rutina, tuve que empezar a suprimir actividades porque el tiempo no me alcanzaba y a su vez se me retrasaron otras. Esto empezó a causarme un poco de desconcierto, yo creía que debía empezar y terminar mi unidad didáctica; pero todo terminó cuando le consulté a mi profesora de práctica y me dijo que si no llegaba a dar todas las actividades, las daba la docente en la semana que quedaba, luego de que yo terminara. Ahí si me quedé más tranquila, me relajé y así seguí...Aquí otra vez di música, ya me sentí más libre para dar este momento, ya que había tenido una experiencia anterior.Al día siguiente, desarrollé el momento de educación física, si bien ya había dado una clase, el que me esté observando el profesor me causó algunos nervios pero ya estaba ahí y lo tenía que hacer... Valoré muchísimo su crítica sobre mi actividad, son cosas que en mi próxima práctica tendré en cuenta.Este fue un día de locos, hubo que terminar con todo lo de Feria de Ciencias, y lo peor armar el panel y finalizar con los papeles que se requerían.A mi entender fue un día perdido, no pude hacer ninguna actividad de las que tenía planificada, dado a que se le dedicó todo el tiempo a este trabajo.Durante toda la semana, se leyeron cuentos de Ricardo Mariño, se los presenté con una foto y les conté lo básico de su biografía. A los chicos les gustó muchísimo trabajar así, con ese autor; cuando les presentaba el cuento, ellos mismos identificaban a quién pertenecía... De esta misma manera se trabajó con Liliana Cinetto y con Laura Devetach...El viernes fue una experiencia única, presentamos nuestro trabajo en la Feria; los niños explicaron muy bien lo que habíamos estado trabajando en la sala y yo sentí un orgullo, una emoción, por estar escuchando, viendo lo que los nenes habían aprendido conmigo. Mi trabajo no había sido en vano, los niños realmente habían aprendido.La culminación del día fue genial, nos dieron un trofeo por ser uno de los jardines que trabajó con un tema original; creo que fue más felicidad para mí que para los demás, no puedo explicar eso que sentí...Cada día que pasaba dentro de esa sala, más me creía que era la maestra de esa sala, de esos niños... Demostraban tanto cariño, tanto amor... Despertaban mucha ternura en mí...