En los días anteriores de comenzar la práctica, me encantó saber que iba a ir a Smith. El último día, el día que empezábamos nuestra práctica de residencia hubo un cambio de docente co-formador, que a mi y a mi compañera nos alegró muchísimo, no porque hayamos tenido algún problema con la otra docente, pero la que iba a acompañar nuestro camino final era alguien que conocíamos bastante y que nos inspiraba muchísima confianza. Ese fue el motivo por el cual fuimos más contentas de lo que pensamos ir al jardín.
Durante el viaje hablábamos con nuestras compañeras, estábamos muy ansiosas por llegar.
El recibimiento fue muy hermoso, nos presentaron ante todos los nenes y les explicaron por qué y para qué estábamos allí.
Durante esta semana, observamos el trabajo que la docente realizaba con su grupo. Además, empezamos a tener conocimiento de las relaciones en el grupo, de las actitudes y conocimientos que cada nene tenía.
A su vez, la maestra nos empezó a anticipar el recorte y los temas con los que nos tocaría trabajar.
Esta fue una semana tranquila, si bien empecé a planificar con anticipación, hubo motivos que demoraron mi tarea de concluir la planificación dado que hubo cosas que acomodar y corregir. Igual mi tranquilidad giraba en torno a mi recorte otorgado para trabajar (el almacén), al tema de medidas de capacidad y cotidiáfonos para armar secuencias, y por sobre todo, mi primera experiencia de trabajar con pintores, y lo mejor de todo, tener que realizar nuestra obra, nuestro propio cuadro, tomando algunas cosas del original.
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